Desde el principio de los tiempos la humanidad se ha visto regida por una dualidad muy arraigada en la religión aun en nuestros días: divina virilidad y divina feminidad. Era y es muy importante (del amor nació se multiplicaron todo tipo de seres), se ve reflejada en muchas religiones con sus principales exponentes: Dios y la virgen María, Krishna y Lakṣmī, Adonis y Afrodita, Osiris e Isis, etc., formando una pareja real, formar el universo y regirlo juntos, ninguno existía sin el otro, aunque después se fue volviendo un culto mas masculino pero sin dejar a un lado a la madre ya que sin ella nada sería posible. ¡¡Incluso se rumora de un culto hebreo a una consorte de Dios, donde se realizaban rituales!!
El culto a lo femenino era muy importante en la religión, era un culto a la fertilidad, al amor, a la prosperidad. En muchos templos se realizaba el divino oficio de la Sacerdotisa-prostituta-divina que cumplía la función de atreves del sexo, sexo celestial, dejaban que ambos se acercaran a dios, o lo pasaran. También representaban la prosperidad de la raza, de la humanidad; el divino arte de la procreación. Pero también, y no menos importante, es que el uno sin el otro no se podía, se necesitan se complementan y eso es muy importante.
Ámense los unos a los otros. Juntaos y recrear sus espíritus, dejen que su amor los eleve. Nunca lo vean como algo pecaminoso u horrible, solo lo dicen para alegarnos y negarnos de uno de los caminos más bellos a la pureza (el celibato si es un camino muy bello a la pureza, pero es muy aburrido, lento y fácil de perder).
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