5 de abril de 2010

7:00

Buenos días México.

Los saludo desde una mañana calurosa en el distrito federal. Que acaso nadie se d cuenta de lo caliente que esta todo, y apenas empezó la primavera.
Un sincero saludo de donde solo sale gente alegre, tequilera y bonachona. De donde soy originario.

De donde no me siento orgulloso de ser.

No me siento orgulloso de mi nación, no me identifico con la mayoría de los sentimientos nacionalista-chauvinismo(hice mi servicio, me gusta el himno nacional, me parecen buenos los ideales de patriotismo; pero no me encuentro a gusto[será por el sentimiento colectivo de malestar estomacal]), no me interesa la selección nacional (que envés de ser un orgullo, mejor digo que le voy a republica del Congo), no me identifico con los nuevos valores dados por la tele y la cultura americana, no me siento contento con la situación del país, no me siento a gusto con este sistema.

No siento a México.

Y ahora con la cercanía de los centenarios de nuestra nación()mucha gente pidiendo revolucion, otros pidiendo solucion y otros pidiendo silecion porque ya casi no escucho mi musica); de un sinfín de publicidad sobre los lugares mágicos de nuestro país (mostrándonos los hermosos lugares históricos, y nada de la verdadera y precaria situación de nuestras calles del diario) o de los momentos más importantes de nuestra historia. Y también de la magia de nuestras calles (y no solo hablo de calles de nuestra capital), donde el temor general es que entre menos tiempo pases afuera será mejor para ti. Un país donde la guerra contra el crimen (la cual no parece tener avance, ni haber vencedores, solo perdedores donde se cuentan las bajas de personas como goles) se libra en todo el país. Donde no hay sitio donde sentirse seguro. Donde ya no se puede confiar en nadie. Donde parece ser más importante conseguir dinero de una manera más rápida (y menos legal) parece lo indicado.

Esto es México.

Pero tampoco me siento con las bases para juzgar a toda una nación, ya que he notado que no he hecho nada por ella, pues a veces me siento impotente, de hecho mi última reacción es de indiferencia de lo que sucede en nuestro territorio. Prefiero, como mucha gente, vivir ignorante; el que nada sabe nada teme.

Si, así es, esa es mi solución, una buena solución, parece. Es la que ha tomado la mayoría, y de mayorías se hace la democracia. Una mayoría que prefiere vivir sin saber el rumbo que decidieron tomar las personas a las cuales les cedimos el control de nuestra tierra. Preferimos ver el futbol, las noticias o los reality shows. De que nos preocupamos, si podemos tener más de 800 canales en nuestra casa.
Pero también hay gente que desea enterarse de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Personas que se la pasan viendo noticieros, viendo lo que decidieron que es noticia para nosotros. Que si Aguirre es mamon, que si Sandra Bullock gano el óscar, que si la niña fue asesinada por sus papás. Pero no te dicen que el país cada día esta mas mal, que nos manejan como malditas marionetas desechables.

En cambio, no lo puedo negar, me encanta mi país, me encanta que puedas zafarte de cualquier caso con una mordida, que puedas tener una buena educación por 20 centavos y luego quejarte de sus servicios, que sea legal consumir drogas pero no puedas comprarlas.
Eso es lo que veo en mi país. Tal vez solo miro el lado negativo, pero es el lado que mas da a lucir.
Me he convertido en un mexicano más. Mi peor miedo.

Todos me dicen que tenemos el potencial de ser una nación mejor, que podemos lograrlo. Sí, claro, una cosa es el poder y otra es el emprender.

Por eso he decidido dejar de ser mexicano. Dejar de ser un sujeto que se queja, ser una persona de acción. Dejar atrás todo lo que no es importante: no necesitar ver tele, no necesitas ese reproductor o esa ropa de marca, no interesa quien descuartizo al taxista en la madero como dice el periódico de las mañanas. Ya no quiero ser un muñeco, un espectador que solo sabe aplaudir cual foca.
Ahora será un ser humano.

[Suspiro]

A que diablo, ignórenme.

Son las 8 de la mañana, pinta un hermoso día, todo saldrá bien. Las calles se despejaran, sus salarios subirán, sus caras sonreirán. Sigan avanzando, sigan marchando.
Buenos días. Y ahora con ustedes un poco de la musica que nos gusta a todos...

No hay comentarios: