En este mundo tan extraño no resulta difícil sentirse solo, incomprendido, desahuciado o azotado.
La gente busca las respuestas de sus enigmas, trabaja para solucionar sus problemas. Pero a veces no escoge el mejor camino. La inseguridad, la comodidad y el miedo ha hecho que las primitivas sociedades adoptaran sistemas poco útiles. Que en su momento dieron cierto status de tranquilidad.
Sistemas económicos basados en algún metal o divisa. Sistemas religiosos basados en interpretación mística de sucesos. Un gobierno que nos da leyes y cuida.
El tiempo mismo ha demostrado la ineficacia de estos. Algunos han cambiado, otros se adaptan y otros se mantuvieron por costumbre.
La economía ahora solo genera escases. La religión solo genera dudas y muertes. Y el gobierno inconformidad.
Tenemos que reevaluar nuestro entorno, nuestros valores y también cada aspecto que tenemos predefinido para cada acontecimiento.
Una perspectiva más científica y menos paranormal y resignada.
Un sistema de razonamiento, experimentación y aplicación.
Suena difícil… y más en un sistema tan cerrado como es el juedo-cristiano o el modelo capitalista.
Lo importante es darnos cuenta de que:
"…Nosotros somos la encarnación local del Cosmos, que ha crecido hasta tener consciencia de sí. Hemos empezado a contemplar nuestros orígenes: sustancia estelar que medita sobre las estrellas; conjuntos organizados de decenas de miles de billones de billones de átomos que consideran la evolución de los átomos y rastrean el largo camino a través del cual llegó a surgir la consciencia, por lo menos aquí. Nosotros hablamos en nombre de la Tierra. Debemos nuestra obligación de sobrevivir no sólo a nosotros sino también a este Cosmos, antiguo y vasto, del cual procedemos."
Carl Sagan
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
Buda.
La reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte
Buda.
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