22 de julio de 2010

Sober

Bonitas tardes de lluvia. Cuando no tengo nada que hacer; solo descansar.
Tiempo para el ocio y la vagancia.
Actualizo mi estado de face. Ese Abuelo, eres igualito.
Buscando vídeos o bajando música. Creo que le volveré a dar otra vuelta a Sabbath y a King Crimson.
Y reviso mi bandeja de correo.
Lo mismo: cosas cagadas, cadenas y basura (creo que ya en otro post critique eso).
Reviso y reenvió. Para no parecer ingrato.
Leo el siguiente. Dios sabe quien eres.

Dios sabe quien eres.
Si lo había pensado. Pero no detenidamente.
Podría encerrarme todo este tiempo en mi casa sin salir a chupar; podría esconder un cadáver mejor que muchas personas, podría esconderme de la policía de México (chupado), de la PF o de la Nsa, Cia, Afi, Ado y cuanta madres de siglas existan. Podría cavar un hoyo para evitar los satélites que me espían mientras me traen Mtv.

Dios sabe quien soy.
Dios sabe donde vivo.
Sabe mi color favorito.
Mi comida favorita.
Mis secretos.

Coño, sabe mi contraseña de gmail.

Verga (perdonen la expresión), no tengo a donde ir. Ahora ni juntarme con Felipillo-pillo puedo. Ni Bush padre puede mover influencias y ayudarme como cuando su esposa atropello a alguien.
Ni Jesús. A menos que se le ponga al pedo a su pa; yo creo que ya aprendió con el estate-quieto que sufrió hace 2000 años.

Tenía razón Chris: Yo soy un cochino y Dios es un pervertido.

Estoy en la mira.



El esta en todas partes... y viene por tu alma.
Cuidado con el cobrador.


Por que es sigiloso como una sombra

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